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Etapa 7: Descubre la historia y naturaleza de Tierras de Frontera (GR-160)

Longitud 19,43 km
Duración estimada 4 h
Dificultad Baja
Ciclabilidad 100%
Accede a la ruta oficial

Esta primera etapa entre Layna y Medinaceli permite disfrutar de la gran belleza arqueológica y artística que atesora la zona; una ruta sencilla para todo senderista que, sin embargo, premia al caminante con espacios naturales muy atractivos.

Para disfrutarla en una sola jornada, te proponemos empezar en Layna, evitando el tramo inicial Maranchón–Layna, el más largo de la ruta. Desde la parte alta del pueblo, un antiguo camino empedrado desciende suavemente hasta un cruce (km 12,8), donde tomaremos un sendero, a la izquierda, entre tierras de cultivo. El recorrido avanza paralelo al río Blanco hasta Urex de Medinaceli (km 16,6), un pintoresco pueblo en un valle, coronado por un imponente viaducto de 600 m por el que pasa el tren de alta velocidad. Urex sorprende con un pequeño núcleo de artistas que decoran las fachadas con originales obras.

El segundo tramo parte de la Iglesia de San Bernabé, siguiendo la carretera de acceso que remonta el encantador Barranco del Val. Tras enlazar con la vía que une Maranchón y Medinaceli (km 18,9), cruzamos un túnel bajo las vías del tren. Apenas 400 metros después, un desvío a la izquierda (km 19,3) nos conduce a uno de los rincones más bellos de la etapa: el descenso por la cabecera del Arroyo del Pradejón. Avanzando hacia el noroeste llegamos a una frondosa chopera (km 22,3) que anuncia la entrada a Arbujuelo.

Salimos del pueblo por la carretera y, a solo 800 metros (km 23,6), un camino a la derecha nos permite cruzar el Arroyo del Pradejón. Poco después, giramos de nuevo a la derecha para atravesar una zona de cultivo hacia el noroeste. La vegetación abundante puede dificultar momentáneamente la visibilidad del sendero, pero si seguimos adelante llegaremos a un puente que marca la entrada a Salinas de Medinaceli (km 26,1).

Arbujuelo: Un rincón con historia y naturaleza

Coronada por dos impresionantes colmillos de piedra llamados Los Tolmos, Arbujuelo se asienta sobre una pequeña colina que es mencionada hasta tres veces en el Cantar de Mio Cid. Desde este pequeño municipio se disfrutan excelentes vistas de la Villa de Medinaceli, punto final de nuestra ruta. Además, la zona cuenta con gran atractivo para aficionados al avistamiento de aves, ya que forma parte del área protegida conocida como Páramo de Layna dentro de la Red Natura 2000.

Más información sobre Arbujuelo

Salinas de Medinaceli, paisaje de sal y tradición

Este pueblo debe su nombre a las históricas explotaciones salinas de la zona, usadas desde la época romana. Aunque hoy las salinas ya no están en funcionamiento, se conservan las albercas donde se almacenaba el agua salada hasta su evaporación.

Entre sus atractivos están la Iglesia de Nuestra Señora de la Expectación con su hermoso retablo, y la Peña de San Miguel, una elevación que ofrece vistas panorámicas.

Fiesta de la Sal

Saliendo por la calle principal, a la izquierda está la vía de servicio de la autovía (km 27,4). A 100 metros hay un paso subterráneo que cruza la autovía y conecta con la antigua carretera Nacional II. Desde ahí, cruzamos las vías del tren por la acera hasta un paso elevado que nos deja en el Barrio de la Estación de Medinaceli.

Desde la Estación (km 29,1), seguimos la carretera de acceso a la Villa. A 800 metros, en la primera curva, tomamos un camino de ascenso a la derecha, corto pero exigente, que nos lleva hasta la Ermita del Humilladero. Este templo renacentista, situado fuera de la Villa, señalaba antiguamente la confluencia de varios caminos hacia Medinaceli.

A solo 500 metros está el Arco Romano, la entrada a la Villa, donde podremos descansar y contemplar el final de la ruta.

Arbujuelo
Arbujuelo
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