Duración total: media jornada
Distancia: Medinaceli a Sigüenza 35 km
Medio de transporte: Coche o tren
Tras disfrutar de un delicioso desayuno en una de los acogedores establecimientos de Medinaceli, la emoción de explorar me acompaña mientras me preparo para recorrer las carreteras que conectan dos joyas de la región: Medinaceli y Sigüenza.
A medida que me acerco a Sigüenza, la figura imponente de su castillo se alza sobre el horizonte, capturando mi atención. Su presencia dominante me transporta al pasado, evocando imágenes de caballeros y fortalezas en una época de esplendor medieval.
Esta histórica ciudad me da la bienvenida con sus calles llenas de encanto y un aire medieval que invita a perderse por sus rincones.
Sigüenza deslumbra con su historia y cultura, destacando:
Majestuosa y llena de historia, esta catedral gótica es el corazón de la ciudad. Dentro, admiro la sacristía mayor, conocida como la «Capilla Sixtina del Renacimiento Español».
Este imponente castillo, que hoy funciona como parador, me transporta a tiempos de caballeros y batallas. Subir a sus torres ofrece vistas incomparables de Sigüenza y sus alrededores.
Este espacio porticado es ideal para un paseo relajado mientras observo la vida local.
Al cruzar esta antigua puerta, siento que entro directamente en la historia medieval de Sigüenza. Su estructura sobria y robusta evoca los días en que defendía el acceso a la ciudad, recordándome la importancia estratégica del lugar.
En este palacio gótico descubro la historia de Martín Vázquez de Arce, el joven caballero conocido como el Doncel de Sigüenza. Sus salas, con detalles mudéjares, me permiten imaginar la vida en la ciudad medieval.
Centro de la Vihuela y la Guitarra “J. Luis Romanillos”
En el mismo edificio, la Casa del Doncel, descubro este pequeño museo dedicado al arte de la luthería. Exponen vihuelas y guitarras de los siglos XVIII y XIX, con una delicadeza que fascina tanto a expertos como a curiosos.
Vuelvo por un camino distinto, al salir de Sigüenza tomo el desvío hacia Guijosa, por una carretera estrecha que se adentra en lo más profundo de la España vacía. Entre campos en calma aparece su castillo: sencillo, silencioso, casi olvidado. Me detengo a contemplarlo, sin prisa.
En Guijosa, residió José Luis Romanillos Vega (1932-2022), un violetero (luthier) de renombre internacional. Maestro en la construcción de guitarras, aquí podremos ver una placa en su honor.
Como plan familiar, se sugiere buscar las adivinanzas plasmadas en los azulejos que adornan las fachadas. El juego culmina con el hallazgo del azulejo que contiene todas las soluciones.
Dejo atrás Guijosa con la tranquilidad, casi soledad, de la España vacía aún en el alma. La carretera me guía de vuelta hasta la CM-110, ha merecido la pena hacer este pequeño rodeo de poco más de 6 km.
Notas: Si quieres ir en tren consulta los horarios, el tren es sólo para visitar Sigüenza.
Mantén la precaución en las carreteras secundarias, especialmente al atardecer, cuando es más probable que se crucen animales como corzos.
