Salinas toma su nombre de la explotación de sal que se halla en sus proximidades y que ya era bien conocida en tiempos de los romanos. No fue hasta 1994 años que la explotación cesó su actividad, de modo que aún pueden verse sus albercas perfectamente conservadas. Puesto que la sal era, y es, de gran importancia gastronómica y económica, el pueblo de Salinas ha sido, a lo largo de su historia, escenario de disputas por los derechos de explotación minera.
En 1862 se inauguró su estación de ferrocarril, que hoy da nombre al Barrio de la Estación, y con ella llegó una época de crecimiento demográfico y económico que sin embargo mermó el tamaño de sus salinas. Hoy en día, su población no supera los 40 habitantes.
Para llegar al pueblo, sólo debemos tomar la N-II y enlazar con la carretera SO-411 para cruzar al otro lado de la autovía. Pasado 1km, encontraremos un desvío a la derecha que nos lleva directamente al municipio.